SALUDO DE NUESTRO SACERDOTE (STA. Mª MAGDALENA 2014)



En honor de nuestra santa patrona.


Las fiestas de los pueblos, cuando se celebrar en honor de los santos, deben irradiar las características propias de ese santo que se celebra. De lo contrario, se pueden convertir en la excusa para celebrar la fiesta, o algo peor, con motivo de las fiestas, se celebra el santo.

No podemos perder de vista que estamos viviendo en una sociedad con una fuerte carga de materialismo donde los valores y los deberes religiosos van dejando paso a lo que me interesa o, simplemente, me agrada, sin más reparo.

Por eso, conviene aprovechar las muchísimas ocasiones que nos da la vida para profundizar en nuestra condición cristiana y conocer a los santos que la Iglesia nos ha puesto como intercesores ante Dios.

Nuestra patrona es Santa María Magdalena y, en su honor, celebramos las fiestas. Todos conocemos la trayectoria de esta mujer. No era un modelo de perfección cuando se encontró, por primera vez, con Jesús. Pero la nota más importante de su nueva vida fue, precisamente, la conversión.

No es fácil convertirse a Dios. Toda conversión requiere un cambio de la vida, es decir, un salir de nosotros mismos para encontrarnos con Aquel que puede orientar nuestra vida de una forma nueva. Lo fácil es no cambiar, tener siempre la misma actitud ante nosotros, ante los demás, ante Dios… Pero este planteamiento nos lleva con cierta frecuencia al desencuentro con los demás y a cierta indiferencia ante la vida.

En Santa María Magdalena encontramos todo lo contrario. Pudo más el amor misericordioso de Jesús que sus propios planteamientos. Por eso se dejó moldear por Dios olvidando su propio orgullo y la fuerza que hasta entonces le facilitaba su egoísmo.

Este es un ejemplo más que nos sitúa ante el compromiso de promover un desarrollo más humano y auténtico de nosotros mismos, de nuestra vida y de los que nos rodean. Y este ejemplo lo tenemos sobradamente demostrado en nuestra santa patrona que intercede siempre por todos nosotros ante Dios.

Os deseo a todos unas felices fiestas y que ensalcéis a nuestra patrona como se merece.


Vuestro sacerdote Francisco

No hay comentarios:

Publicar un comentario